No se cuestiona eso si en Chile, como muchas mujeres crían a sus hijos e hijas solas y si sus madres o suegras ayudan a criar el papel del hombre proveedor pasa a un segundo lugar, no implica necesariamente a un peligro hacia los niñas y niños abandonados por sus progenitores.
El régimen heterosexual se cuela en las leyes chilenas, se cuela en el fascismo de los jueces y juezas quienes tienen en su poder la interpretación de leyes que juegan a favor de una parte de la sociedad, que es la sociedad católica de clase alta. Las leyes no son sinónimo de justicia, ni de equidad para todos y todas.
El caso de la Jueza es un caso emblemático, por que salió a la luz pública, pero personalmente como activista a favor de mujeres y hombres con masculinidades, feminidades o sexualidades no hegemónicas, he visto muchos casos de parejas de lesbianas criando juntas a un hijo o hija, y no necesariamente implica un riesgo a tales niños y la discriminación existe, pero no se nota en estos casos por que las personas con sexualidades disidentes quedamos recluidas al juego visibilización/invisibiliz
Pero en Chile aviso que aunque el país se vea muy blanquito (por que hasta nos blanquearon a nuestra querida poetiza lesbiana Gabriela Mistral en los billetes nuevos), no somos tan así, habemos un reducto de feministas sin vagina, hombres lesbianos, mujeres masculinas, mujeres con barbas, mujeres infértiles, niños y niñas concientes que luchamos en resistencia con nuestros cuerpos y actos en contra de estas leyes hegemónicas y fachas, el existir y el habitar existe, el respiro está, lo que pasa que no se ve… yo veo a Karen en cada una de las mujeres que se van presas por aborto en Chile, veo a Karen cada vez que una chica es expulsada en el colegio por un beso en el baño con una compañera, veo a Karen en las mujeres mapuches que luchan día tras días con las fuerzas policiales fuera de sus comunidades, y así, la lista sigue y sigue….mueres de hierro, mujeres de nieve, pero ni duras, frías, ni blancas palomitas….