Hoy aborté, llevo 200.000 abortos y varias muertes durante años, no tengo rostro, arrancaron mi historia, arrancaron mis sueños, se pelearon mi cuerpo, se adueñaron de él, matándolo, encarcelándolo. Por ello, vuelvo en distintas voces a recuperar lo que me han robado, quiero mi derecho a vivir y a decidir libremente.
El tema del aborto en nuestro país es censurado, escondido y juzgado. No podemos seguir silenciándolo, ni dejar que la iglesia y el estado tomen decisiones sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.
En este coloquio no se pretende seguir con la discusión acerca de donde empieza la vida y si el aborto es un asesinato o no, queremos terminar esa etapa y comenzar trabajar en proyección de la mujer como responsable sobre su propio cuerpo y que no sea dictatoriado, gobernado y ni alienado por otros, y en consecuencia tener el derecho a optar de un aborto legal, seguro y gratuito.
Mírame, sé que tú también lo sientes, abortaste conmigo, no tenemos culpa, pero, estuvimos solas, tuvimos miedo de morir, nos preguntamos mil veces, el por qué nos escondíamos, nos perdimos en discursos y leyes, olvidamos quienes éramos en aquel cuerpo tan lejano. Desde hoy, no mas justificaciones, basta de silencios, bailaremos en las calles mientras les quitamos nuestro cuerpo, nos reiremos de los discursos que nos arrancan la libertad, caminaremos juntas por el derecho a decidir.
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